La colaboración global en una cadena de suministro de electrónica de defensa estratégicamente coordinada es esencial para salvaguardar los intereses de seguridad nacionales y de los aliados. Por lo general, ninguna nación posee todas las capacidades, la escala o la resiliencia necesarias para satisfacer las demandas a largo plazo y, a menudo, impredecibles de los programas de defensa modernos. A partir del aprovechamiento de las fortalezas únicas de las regiones aliadas, los gobiernos y los socios industriales pueden crear un ecosistema altamente capaz y receptivo. Esta estrategia colaborativa mitiga riesgos como la dependencia de una sola fuente, las interrupciones comerciales y las interferencias adversarias, al mismo tiempo que permite llevar adelante una adopción más rápida de tecnologías emergentes, de estándares compartidos y de una gestión coordinada de la obsolescencia. Lo más importante es que mejora la resiliencia colectiva, ya que garantiza que los programas de defensa se mantengan operativos y reciban apoyo a lo largo de ciclos de vida que a menudo se extienden más allá de varias décadas.
Los programas de defensa hicieron contribuciones significativas a los primeros avances en la tecnología de semiconductores durante los años 70 y principios de los 80. La industria de semiconductores y el sector de defensa han mantenido relaciones de larga data que se remontan a la década del 60. Sin embargo, a lo largo de los 45 años que Rochester Electronics ha estado en la industria, observamos una divergencia significativa en los requisitos y objetivos de estos sectores, lo que provocó un desequilibrio sustancial en el ciclo de vida.
En la actualidad, los fabricantes líderes de semiconductores se enfocan principalmente en los mercados de consumo de gran volumen, los centros de datos y la industria automotriz. Los mercados de centros de datos y de consumo se caracterizan por presentar ciclos de innovación rápidos, que ofrecen paquetes más pequeños y de menor costo, un consumo de energía reducido y ciclos de vida de los productos relativamente cortos, que suelen variar entre cinco y diez años. Aunque estos atributos benefician a los mercados comerciales de rápida rotación, es posible que no se alineen con los requisitos de ciclo de vida prolongado de los sistemas aeroespaciales, de defensa o de transporte.
Las tensiones geopolíticas actuales están llevando a que se perciban aumentos significativos en el gasto en defensa a nivel mundial. La mayoría de los miembros de la OTAN alcanzan el objetivo del 2 % del PIB, mientras que otros, como Polonia, comprometen más del 4 % de su PIB. La administración estadounidense actual anunció recientemente un presupuesto de 1 billón de dólares para el sector de Defensa durante el año fiscal 2026, lo que refleja un aumento de casi el 12 % respecto a los niveles de gasto del año fiscal vigente. Los gobiernos y las agencias de defensa están concentrándose en las cuestiones de modernización y preparación, por lo que se aceleran las inversiones en tecnologías avanzadas y se otorga una importancia sin precedentes a las cadenas de suministro fuertes y resilientes, las cuales, en muchos casos, se reformaron tras la escasez de materiales que ocurrió durante los años 2019 y 2022.
Cabe destacar que el aumento del gasto mundial en defensa no solo se centrará en la tecnología de nueva generación. Resulta inmediato el hecho de adquirir y proteger las plataformas tecnológicas existentes para atender las necesidades actuales, lo que impulsa a los programas militares y aeroespaciales a extender sus ciclos de vida mucho más allá de las expectativas originales. Este período operativo extendido exacerba los desafíos de obsolescencia. Los fabricantes de equipos originales y sus cadenas de suministro de niveles inferiores deben gestionar componentes cada vez más obsoletos que originalmente estaban destinados a un uso a corto plazo. Su inventario de "Última Compra" (LTB) ya no cumple con los requisitos operativos y sigue creciendo aparentemente sin límites.
La importancia de la gestión de la cadena de suministro en el sector de Defensa es mayor que nunca. Los programas a menudo implican períodos prolongados de desarrollo, ciclos de vida extendidos y normas estrictas de fiabilidad y cumplimiento. A medida que los sistemas electrónicos se tornan obsoletos, la gestión de la obsolescencia adquiere una importancia fundamental, lo que impulsa la necesidad de adoptar estrategias de adquisición proactivas, de elaborar presupuestos a largo plazo y de planificar en detalle la transición a sistemas de nueva generación o de mantener los actuales. La industria atraviesa una coyuntura crucial; las organizaciones pueden verse obligadas a sopesar las ventajas de aprovechar las soluciones comerciales disponibles en el mercado (COTS) y la subcontratación frente al hecho de mantener las capacidades orgánicas controladas a nivel interno. Este equilibrio es vital, ya que la autonomía estratégica se vuelve cada vez más esencial debido a la inestabilidad global, las interrupciones comerciales y las vulnerabilidades de la cadena de suministro.
Entre las prácticas efectivas para gestionar las cadenas de suministro de semiconductores y mitigar los riesgos, se incluyen las siguientes:
En Rochester Electronics, estamos en una posición única para apoyar estas necesidades críticas de abastecimiento. Como distribuidor y fabricante con licencia que cumple con la norma AS6496, proporcionamos soluciones de semiconductores de grado comercial, industrial, automotriz y militar que se extienden mucho más allá de las fechas de descontinuación de los fabricantes originales. Nuestro inventario de productos terminados procede directamente de los propios fabricantes de componentes originales (OCM).
Rochester asegura capacidades de respuesta rápida, ya que suministra inmediatamente millones de componentes de calidad militar de nuestro amplio inventario. Nuestras líneas de ensamblaje herméticas internas ofrecen una variedad de opciones de embalaje, entre ellas DIP de cerámica, DIP con soldadura lateral, paquete plano, CQFP, PGA, portador de chip sin plomo de cerámica y bote de metal. Esto garantiza la disponibilidad continua de componentes que, de otro modo, quedarían obsoletos. Nuestra colaboración con los OCM proporciona una solución de abastecimiento totalmente autorizada y rastreable.
Además, entre las capacidades de Rochester, se incluyen flujos de trabajo personalizados adaptados para cumplir con los requisitos de dibujos de origen controlado, amplias instalaciones internas de cualificación y pruebas, y la certificación DLA Land and Maritime conforme a MIL-PRF-38535, con lo que se pueden proporcionar microcircuitos de Clase Q y Clase V.
Gracias a su experiencia en ingeniería de pruebas y diseño, Rochester ofrece alternativas adecuadas de componentes, desarrolla protocolos de prueba personalizados y brinda soluciones de diseño adaptadas. Esto incluye la transición de componentes obsoletos críticos a reemplazos ASIC totalmente compatibles. Estas soluciones ASIC coinciden con los componentes originales en forma, encaje y función. Esto simplifica los procesos de recalificación aeroespacial DO-254, incluso para aplicaciones de seguridad críticas DAL-A, sin requerir cambios en el software ni tener que corregir erratas.
No es posible que la obsolescencia se vuelva obsoleta; siempre está a la vista. Con Rochester Electronics, puede estar mejor preparado para enfrentar esas situaciones.
Preparación para el futuro: extender los ciclos de vida de los productos militares y aeroespaciales
Leer: Informe técnico sobre cómo evitar eventos DO-254