Respaldo para aplicaciones con ciclos de vida prolongados
El semiconductor electrónico óptico tiene una gran historia que se remonta a los años sesenta. En sus inicios, se utilizaban principalmente como indicadores visuales mediante diodos emisores de luz (LED). Además, se empleó un sensor de luz para establecer enlaces de comunicación aislados.
Al igual que otros dispositivos basados en semiconductores, la optoelectrónica experimentó grandes avances. Los LED visibles superaron su papel tradicional de simples indicadores y se integraron en la creación de pantallas numéricas, de caracteres e incluso de gráficos completos. Estos avances también lanzaron una amplia gama de opciones de color y mejoraron significativamente el brillo de la salida de luz. Como resultado, los LED se convirtieron en una opción popular para innumerables aplicaciones, y muchos productos incorporan algún tipo de tecnología LED. Incluso la industria automotriz adoptó rápidamente los LED en sus necesidades de iluminación y visualización.
El uso de LED junto con un componente fotosensible permite aislar eléctricamente los dispositivos y, al mismo tiempo, mantener la comunicación. Esta característica proporciona una gran ventaja en aplicaciones de alta tensión que operan en entornos eléctricamente ruidosos. Aislar ópticamente las secciones de un diseño permite proteger los dispositivos de baja tensión sensibles. También mejora la seguridad en las aplicaciones de interfaz humana y ayuda a cumplir con la normativa del sector.
Esta potente combinación de emisor LED y detector de luz permite la comunicación entre sistemas. Al aprovechar las capacidades de la fibra óptica de vidrio y plástico, los datos pueden transmitirse sin esfuerzo a largas distancias. Y, gracias a la innovación de la tecnología láser, las distancias y velocidades de transmisión aumentaron drásticamente, lo que permitió sentar las bases para las sólidas redes de comunicación de la actualidad.
La industria optoelectrónica experimenta un rápido crecimiento, con la aparición de nuevas tecnologías y el avance de las ya existentes. Esta evolución constante de productos y proveedores puede suponer un reto para los clientes con ciclos de vida de producto prolongados. Es posible que las pantallas y la señalización tengan que cumplir requisitos estrictos para mantener un color y una intensidad de luz constantes. Del mismo modo, los clientes cuyos productos están cualificados y cumplen con la normativa del sector están muy motivados para minimizar los cambios de diseño.
Rochester Electronics se asoció con diversos proveedores para ayudar a satisfacer los requisitos de los ciclos de vida prolongados de la optoelectrónica. Ofrecemos dispositivos 100 % autorizados y garantizados de Infineon, onsemi, Renesas y Texas Instruments, que mantienen relaciones duraderas con nosotros en todas sus líneas de productos, incluidos los dispositivos optoelectrónicos. Recientemente, Rochester reforzó y creó, respectivamente, asociaciones con ams OSRAM y Kyoto Semiconductor para ampliar aún más nuestra oferta y asistencia.
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