Administración de componentes críticos fuera de catálogo
Los ciclos de vida de los productos suelen extenderse mucho más allá de la disponibilidad de los componentes de los semiconductores, lo que hace del estado del ciclo de vida un factor clave durante la planificación, en cualquier etapa, en el proceso de introducción de productos nuevos (NPI).
Imaginemos por un momento qué pasaría si un componente crítico —o muchos— del diseño de un producto llegara al final del ciclo de vida antes de su madurez. Establecer una cadena de suministro que sea confiable “a largo plazo” en las soluciones del ciclo de vida de los semiconductores se vuelve menester.
A medida que la tecnología evoluciona y que aumenta la demanda de productos semiconductores nuevos, crece el volumen de fabricación. Es de esperarse que los productos más antiguos queden discontinuados. Esta es la etapa que se conoce como “final del ciclo de vida” (EOL por End of Life) de los semiconductores.
Cuando el fabricante de componentes originales (OCM) decide discontinuar un producto, suelen ofrecer una posibilidad de compra “EOL”, también conocida como “compra por última vez”. Muchas veces, los clientes no cuentan con los fondos para este tipo de compras o no pueden comprar una cantidad suficiente, ni tienen el espacio en depósito para prever futuros requisitos.
La mayoría de los sectores se encuentra con la etapa EOL en algún momento y allí se presenta una variedad de desafíos y riesgos. Si bien el tiempo de inactividad de las máquinas y la pérdida de ganancias son dos de los mayores riesgos, también se presentan la salud y la seguridad pública.
En los sectores de alta confiabilidad, como los servicios médicos, el sector militar y de defensa, la energía, el transporte, el industrial y la aviación civil, la administración del ciclo de vida de los semiconductores se vuelve un factor crítico. Esta práctica permite que las empresas se preparen para la etapa EOL de forma segura.
Las empresas que no están preparadas quedan expuestas a las imitaciones, además de a los problemas de calidad y confiabilidad. Incluso para las empresas que toman la iniciativa de prepararse, es un problema el almacenamiento de los componentes a largo plazo.
Al comprar a una fuente autorizada que trabaje con el OCM, se eliminan estos riesgos.
Los distribuidores plenamente autorizados, como Rochester Electronics, cumplen con la norma aeroespacial de SAE, AS6496. En palabras simples: están autorizados por el OCM para proveer productos garantizados y rastreables que no requieren pruebas de calidad ni confiabilidad porque las piezas provienen del OCM.
Los proveedores que no lo están, promocionan que cumplen con la norma AS6171/4. Si bien esto es mejor que no cumplir con ninguna norma, la fuente sigue inspecciones y procedimientos de prueba estandarizados con un mínimo de requisitos de capacitación y certificación para detectar componentes sospechosos o imitaciones. Esto es un indicador de que el proveedor no obtuvo las piezas del OCM, sino que han sido sometidas a pruebas para minimizar, no eliminar, el riesgo.
La única manera de eliminar estos riesgos es comprando los componentes a una fuente completamente autorizada que cumpla con la norma AS6496.
En el mundo de los semiconductores, las imitaciones de piezas incluyen:
- Productos no funcionales o de desecho, que se remarcan como buenos y se revenden.
- Productos funcionales, pero inferiores, que el imitador compra, remarca y revende como productos de categoría por un precio mayor.
- Componentes reciclados y recuperados, que se revenden como nuevos.
En todos estos casos, el proceso para borrar las marcas externas originales con productos químicos agresivos o incluso procesos mecánicos puede producir daños internos y contaminación de los dispositivos, con las consecuentes fallas durante el servicio.
Además, los componentes reciclados simplemente son semiconductores usados con una vida útil anterior y un proceso de devolución para recuperación sin controles del ambiente de almacenamiento. Es muy común la exposición a la humedad excesiva, el agua y la sal. Es evidente que la autenticidad por sí misma no garantiza la confiabilidad.
Si bien a nadie le gusta que lo engañen con imitaciones, en el mundo de los componentes, la compra de este tipo de productos puede ser catastrófica. Nadie quiere imaginar que un avión de pasajeros, un misil o un dispositivo médico de emergencia pueden recibir un repuesto de un componente crítico que sea una imitación y falle durante el servicio, pero este es el riesgo, y es alto.
Rochester Electronics constituye una fuente continua autorizada para el suministro de más de 15 000 millones de dispositivos en inventario, que abarcan más de 200 000 números de piezas, para proporcionar el mayor espectro de productos EOL y la variedad más amplia de semiconductores activos.
Estos productos cumplen con la norma AS6496, pues reciben componentes de OCM rastreables, certificados y garantizados en más de 23 000 metros cuadrados de espacio en depósito (incluidos los 7600 metros cuadrados en zona franca).
Rochester es un fabricante autorizado que extiende la producción de dispositivos discontinuados por los OCM y produce más de 20 000 tipos de dispositivos, que abarcan desde productos nuevos de silicio hasta el armado, la prueba y la calificación. Con más de 12 000 millones de matrices en existencia, Rochester tiene capacidad para fabricar más de 70 000 tipos de dispositivos.
Rochester también ofrece una amplia gama de servicios de fabricación, que incluyen diseño, procesamiento de obleas, ensamble, prueba, confiabilidad y archivado de IP, y proporciona soluciones individuales, incluso la fabricación completa llave en mano, lo que permite acelerar el tiempo de comercialización.
Si se encuentra frente a la etapa EOL de componentes críticos, tenga en cuenta a Rochester Electronics, expertos en el suministro de soluciones confiables durante el ciclo de vida “a largo plazo” de los semiconductores.
Rochester mantiene su negocio en marcha incluso después de la discontinuación de los componentes.
