Estrategias proactivas para extender los ciclos de vida de productos y sistemas
Por Luke Fitzpatrick, Rochester Electronics, Director de Aeroespacio y Defensa
A medida que avanzamos por 2025, el sector aeroespacial comercial experimenta una recuperación y un crecimiento constantes, impulsados por el resurgimiento del transporte aéreo mundial. En la actualidad, el tráfico de pasajeros supera los niveles anteriores a la pandemia, y la demanda sigue sin mostrar signos de desaceleración. El creciente PIB mundial y el aumento de los ingresos individuales, especialmente en Asia-Pacífico, Oriente Medio y América Latina, están impulsando una mayor demanda de viajes aéreos asequibles y accesibles.
Para responder a este aumento, los OEM, como Airbus y Boeing, están incrementando aún más las tasas de producción de aviones de fuselaje estrecho, y los modelos como el A320neo y el 737 MAX lideran la iniciativa. Mientras tanto, la producción de aviones de fuselaje ancho se está estabilizando para satisfacer la demanda que surge de rutas de larga distancia y gran capacidad. A medida que se encargan y entregan nuevos aviones, también se hace un fuerte énfasis en prolongar la vida útil de las flotas existentes mediante actualizaciones, modernizaciones y mejoras de las cuestiones relacionadas con la aviónica.
Sin embargo, estas aspiraciones a menudo pueden verse limitadas por la complejidad de las cadenas de suministro. Aunque la producción global está aumentando, la obsolescencia, especialmente en electrónica, puede crear un cuello de botella dado que la rápida innovación en sectores relacionados, como la electrónica de consumo y la automoción, sigue acortando los ciclos de vida de los semiconductores. A partir de estas presiones, se intensificó el enfoque en cuanto a la disponibilidad de productos a largo plazo y a la planificación de la obsolescencia en toda la cadena de valor aeroespacial.
Para los ingenieros electrónicos que se desempeñan en este entorno, la gestión de la obsolescencia de los semiconductores no es una tarea puntual, sino un proceso continuo que es fundamental al momento de mantener la sostenibilidad, la seguridad, el rendimiento y la integridad de la certificación de los sistemas aeronáuticos.
Gestión estratégica de la obsolescencia: Una disciplina central de la ingeniería
A diferencia de los mercados de consumo que evolucionan con rapidez, las plataformas aeroespaciales tienen ciclos de vida que abarcan décadas. Los componentes que se seleccionan hoy deben seguir estando disponibles, poder someterse a mantenimiento y recibir soporte hasta bien entrada la década de 2040 y más allá. Sin embargo, muchos semiconductores enfrentan la obsolescencia tan solo entre 5 y 7 años después de su lanzamiento. Sin una estrategia estructurada y proactiva, esta brecha puede acarrear costos de rediseño, retrasos en la certificación e incluso interrupciones en la cadena de suministro.
Los fabricantes de fuselajes están invirtiendo cada vez más en actualizaciones digitales de cabinas, mejoras de conectividad y tecnologías de propulsión de próxima generación. Si bien estos avances son esenciales para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y mejorar la experiencia de los pasajeros, también incrementan la dependencia de los semiconductores, que son vulnerables a los avisos de fin de vida útil anticipados.
Leer el documento técnico: Cómo hacer que la aviónica heredada se adapte al futuro
"Un aviso de discontinuación de producto no necesariamente tiene que significar el fin de la vida útil, si se cuenta con los socios adecuados".
Medidas proactivas para minimizar los costos de obsolescencia a largo plazo
Entender el costo total de la obsolescencia:
La obsolescencia de los semiconductores provoca un efecto en cadena. No se trata solo de sustituir una pieza; implica también cuestiones de recertificación, documentación, compatibilidad de software, actualización de herramientas y soporte a largo plazo. Comprender estos costos ocultos refuerza la necesidad de realizar una planificación e inversión anticipadas.
Selección fundamentada de componentes:
Cuando diseñan en pos de lograr una larga vida útil, los ingenieros deben considerar las hojas de ruta de los proveedores, las garantías de disponibilidad y las opciones de abastecimiento alternativas. Seleccionar componentes cuya producción sea establece y cuenten con soporte es más importante que minimizar el costo por unidad. Particularmente en sistemas como el de control de vuelo, electrónica de cabina o gestión de energía, el hecho de contar con la pieza adecuada hoy puede evitar que surjan retrasos en el programa mañana.
Asignación de recursos para la gestión de la obsolescencia:
Los equipos de ingeniería deben colaborar de manera estrecha con el departamento de Compras, los gerentes de Programas y los líderes de Cadena de suministro para crear planes integrados de mitigación de la obsolescencia. Si la asignación de responsabilidad es clara, se fomenta la conciencia interfuncional y se supervisa el riesgo del ciclo de vida de los elementos críticos de la lista de materiales (BOM), los equipos pueden minimizar significativamente las sorpresas durante las actualizaciones de mitad de vida o las fases de soporte en servicio.
Avisos de descontinuación de productos (PDN):
Supervisar y tomar medidas respecto a los PDN es una cuestión crucial. Los servicios de notificación, las herramientas digitales y el compromiso de los proveedores deben personalizarse para satisfacer las necesidades del programa. Lograr la identificación temprana permite a los ingenieros calificar alternativas, iniciar compras antes de que se agoten las existencias o relacionarse con socios del mercado de repuestos completamente autorizados.
Elegir la inteligencia de mercado, no solo datos de mercado:
Las previsiones estándar del ciclo de vida no ofrecen todos los detalles. Con la verdadera inteligencia de mercado, se consideran los cambios en cuanto a la adopción de tecnología y a la estrategia de fundición, así como la disponibilidad de empaques y la consolidación de proveedores. Al momento de evaluar el riesgo, los ingenieros deben ir más allá de las hojas de datos y buscar información de socios proveedores de confianza que conozcan las tendencias generales del mercado. En el caso de los componentes críticos, esta previsión puede marcar la diferencia entre la continuidad de la operación y una costosa interrupción.
Distribución autorizada: Siempre el primero a quien llamar
Las fuentes con autorización completa, como Rochester Electronics, están en una posición única con respecto a respaldar las piezas EOL, no solo a partir del inventario almacenado, sino también mediante la fabricación bajo licencia en la que se usan obleas originales e IP de prueba. Este enfoque garantiza el acceso continuo a dispositivos idénticos en forma, ajuste y función sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento.
Comprender el costo de la distribución no autorizada:
La obsolescencia puede dar lugar a prácticas de adquisición impulsivas y fomentar una cultura de "asegurar lo que se pueda", lo que lleva a que muchas empresas recurran a intermediarios o fuentes del mercado abierto. Sin embargo, estos canales a menudo carecen de trazabilidad, soporte y garantías a largo plazo. Entre los riesgos, se incluyen los siguientes:
- Gasto excesivo en piezas que aún podrían estar disponibles a través de canales autorizados.
- Pérdida de soluciones de fuentes autorizadas de posventa a las que no acceden los vendedores no autorizados.
- Exposición a falsificaciones, especialmente en el caso de componentes de alto valor o que son escasos.
- Costos en pruebas innecesarias que, con los proveedores autorizados, podrían evitarse.
Descubra por qué las fuentes autorizadas son la opción más segura
Los ingenieros deben promover las mejores prácticas dentro de sus organizaciones a fin de asegurarse de que sus programas dependan de fuentes validadas y confiables.
Dado que los viajes aéreos aumentan, al igual que los ingresos y la actividad económica del mundo, el sector aeroespacial comercial entra en una nueva era de crecimiento y complejidad. Los programas que se inician hoy deben estar preparados para evolucionar durante décadas, pero es posible que los semiconductores que los componen no perduren tanto tiempo sin apoyo.
La obsolescencia de los semiconductores es inevitable. Sin embargo, con la planificación adecuada, los socios correctos y la inteligencia apropiada, su impacto puede minimizarse. Ya sea que se lance un nuevo avión o se realice el mantenimiento de una flota existente, los ingenieros electrónicos deben integrar la gestión de la obsolescencia en sus procesos de diseño y aprovisionamiento desde el principio.
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